Las "obras buenas" o calidad de "estadista" de Pinochet no son más que mitos
Con [la muerte de Pinochet] se debiera despejar uno de los mitos que sigue prevaleciendo en Chile -que Pinochet fue un estadista y no un dictador que vulneró la Constitución de su país. Pero su muerte nos brinda la oportunidad de poner punto final a otras mitologías pinochetianas que aún circulan y que se han repetido en estos días en la prensa internacional. La más nefasta es que Chile en 1973 habría estado próximo a una guerra civil y que el "pronunciamiento militar" fue inevitable. El propio golpe militar demostró que no hubo en Chile una amenaza real de insurrección armada -que la retórica de la propia ultraizquierda en ese sentido resultó ser un tigre de papel. Análisis de Arturo Valenzuela publicado en Nueva Mayoría
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