Deuda externa de Bolivia creció a $us 4.821 millones
Los datos resultan de un balance efectuado al mes de mayo de la presente gestión.
La concentración de la riqueza en pocas manos y la brecha entre pobres, crecen.
La deuda externa Bolivia creció a 4.821 millones de dólares, a un ritmo de 277 millones de dólares por año, según análisis efectuado por el Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (CEDLA) y la Plataforma de Acción contra la Pobreza, que componen más de 60 organizaciones sociales.
De ese total, casi 2.000 millones de dólares es deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM); 1.597 millones de dólares con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y 742 millones de dólares con la Corporación Andina de Fomento (CAF).
Se asegura que el Estado ha destinado, en los últimos tres años, un promedio de 266 millones de dólares anuales para el pago de intereses y capital, peor aún, el año 2004 se pagaron 277 millones de dólares.
El CEDLA sostiene que a la par del aumento de la deuda externa, se agudiza la presión de los organismos financieros para que el país cumpla con los pagos anuales, disminuyendo las posibilidades para que el Estado tenga recursos económicos para atender sus obligaciones.
CONDONACIÓN
El estudio cita, como ejemplo patético de lo anterior, que en siete años de vigencia del programa Iniciativa para Países Pobres Altamente Endeudados (más conocido como HIPC), la condonación efectiva de la deuda fue de 682.8 millones de dólares.
“Este monto resulta insignificante en comparación con los nuevos préstamos contraídos por el país en esos mismos siete años que sumaron 3.490 millones de dólares, o con el monto pagado por el servicio de la deuda en ese período que fue de 1.953 millones de dólares.
Argumenta que entre 1980 y 1986 (antes de la dictación del Decreto 21.060), los ingresos totales del Estado por la venta de bienes y servicios representaban en promedio el 77 por ciento de los ingresos públicos anuales. En cambio, entre 1997 y 2004 (luego de la privatización – capitalización) los ingresos del Estado -por ese mismo concepto- apenas fueron del 19 por ciento por año.
“Gran parte de las ganancias que las empresas transnacionales obtienen por sus negocios en Bolivia, se quedan para ellas y muy poco para el Estado (...). La pobreza afecta al 64 por ciento de la población, la pobreza extrema al 80 por ciento; mientras, que la mayoría de los bolivianos se debate entre el desempleo y el subempleo, el 10 por ciento de la población es cada vez más rica, ahondando así la brecha entre pobres y ricos”, sostiene el informe.
Los datos resultan de un balance efectuado al mes de mayo de la presente gestión.
La concentración de la riqueza en pocas manos y la brecha entre pobres, crecen.
La deuda externa Bolivia creció a 4.821 millones de dólares, a un ritmo de 277 millones de dólares por año, según análisis efectuado por el Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (CEDLA) y la Plataforma de Acción contra la Pobreza, que componen más de 60 organizaciones sociales.
De ese total, casi 2.000 millones de dólares es deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM); 1.597 millones de dólares con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y 742 millones de dólares con la Corporación Andina de Fomento (CAF).
Se asegura que el Estado ha destinado, en los últimos tres años, un promedio de 266 millones de dólares anuales para el pago de intereses y capital, peor aún, el año 2004 se pagaron 277 millones de dólares.
El CEDLA sostiene que a la par del aumento de la deuda externa, se agudiza la presión de los organismos financieros para que el país cumpla con los pagos anuales, disminuyendo las posibilidades para que el Estado tenga recursos económicos para atender sus obligaciones.
CONDONACIÓN
El estudio cita, como ejemplo patético de lo anterior, que en siete años de vigencia del programa Iniciativa para Países Pobres Altamente Endeudados (más conocido como HIPC), la condonación efectiva de la deuda fue de 682.8 millones de dólares.
“Este monto resulta insignificante en comparación con los nuevos préstamos contraídos por el país en esos mismos siete años que sumaron 3.490 millones de dólares, o con el monto pagado por el servicio de la deuda en ese período que fue de 1.953 millones de dólares.
Argumenta que entre 1980 y 1986 (antes de la dictación del Decreto 21.060), los ingresos totales del Estado por la venta de bienes y servicios representaban en promedio el 77 por ciento de los ingresos públicos anuales. En cambio, entre 1997 y 2004 (luego de la privatización – capitalización) los ingresos del Estado -por ese mismo concepto- apenas fueron del 19 por ciento por año.
“Gran parte de las ganancias que las empresas transnacionales obtienen por sus negocios en Bolivia, se quedan para ellas y muy poco para el Estado (...). La pobreza afecta al 64 por ciento de la población, la pobreza extrema al 80 por ciento; mientras, que la mayoría de los bolivianos se debate entre el desempleo y el subempleo, el 10 por ciento de la población es cada vez más rica, ahondando así la brecha entre pobres y ricos”, sostiene el informe.
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